Un nuevo CD estará disponible en todas las plataformas digitales. Abarca dos de las más importantes obras para cello y piano del repertorio ruso del siglo XX: la Sonata en do mayor Op.119 de Sergei Prokofieff, y la Sonata en re menor Op. 40 de Dmitri Shostakovich.
Los artistas, Benjamín Báez y Fernando Pérez, terminaron el registro en diciembre de 2020 en los estudios Fort de Buenos Aires.
Sin dudas, Shostakovich y Prokofieff fueron dos de los mayores nombres de la música del siglo XX y tuvieron su proyección en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en época de Stalin.
Dimitri o Dmitri Shostakovich; (San Petersburgo, 1906 – Moscú, 1975) su producción abarca todos los géneros: la ópera, la comedia musical, la sinfonía, la música para piano, la música concertante, la cantata, la música de cámara y la música para el cine. Autor prolífico, escribió un total de 147 números de opus, correspondientes muchos de ellos a obras que hoy se cuentan entre las páginas más interpretadas y grabadas del repertorio.
Sin embargo, a pesar de ser considerado, junto a Prokofieff, el compositor más representativo de la desaparecida Unión Soviética, su carrera no fue fácil: premios y condecoraciones -entre los que se contaban los Premios del Estado y Lenin y la distinción de Artista del Pueblo-, se alternaban con continuas persecuciones y condenas por parte del mismo régimen que lo laureaba, bajo la acusación de realizar una música antipopular y en exceso moderna. Todo ello dejó su huella en el estilo de sus últimas composiciones, caracterizadas por un tono amargo y sombrío, así como también por una crudeza que contrasta con el espíritu jovial y desenfadado de las primeras.
La Sonata para violonchelo y piano en re menor op. 40, fue una de las primeras obras del compositor, compuesta en 1934 justo antes de la censura por parte de las autoridades soviéticas de su música, en particular la ópera Lady Macbeth de Mtsenk, que fue considerado demasiada burguesa y decadente para el pueblo soviético. También fue un período de confusión emocional en su vida, ya que se había enamorado de una joven estudiante en un festival de Leningrado con su Lady Macbeth.
Sergei Prokofiev Sergueievich (23/04/1891 – 05/03/1953), nacido en Ucrania, intentó la carrera en algunos países de Europa y los EE.UU. antes de que consagrarse finalmente en la URSS. Al dejar el país en 1918, afirmó que los motivos eran estrictamente musical, no políticos. Lunacharski, entonces Comisario del Pueblo para la Educación, le dijo: “Usted es un revolucionario en la música, nosotros somos revolucionarios en la vida. Tenemos que trabajar juntos. Pero si usted se quiere ir a los Estados Unidos, no me interpondré en su camino“.
Pero las cosas no salieron bien. Diversos problemas impidieron el estreno de su ópera El amor de las tres naranjas, para la cual había logrado financiamiento. En dificultades financieras, dejó los EE.UU. y se fue a Francia, retomando algunos proyectos inconclusos. Poco a poco logró establecerse e hizo algunas giras por Europa. En 1927, invitado por el gobierno soviético, hizo una exitosa gira por la URSS.
Algunos años más tarde, en 1935, Prokofiev vuelve de forma definitiva a la URSS. Entre otras grandes composiciones de esta nueva etapa, podemos mencionar la Sinfonía nº5 (compuesta durante la guerra, en 1944), las bandas sonoras para las películas Alexander Nevsky e Ivan, el Terrible (ambas de Eisenstein), los ballets Romeo y Julieta y La Cenicienta, la ópera Guerra y Paz y el cuento de Pedro y el lobo, una composición para enseñar a los niños soviéticos los instrumentos de la orquesta.
Su sonata para cello y piano Op.119 resume una síntesis esencial de su personalidad creativa.